Absuelto el hijo de un regidor socialista de Mollet de un delito de abuso sexual a sus hijos

La Sección Veinte de la Audiencia de Barcelona ha absuelto a un hombre de abusar sexualmente de sus dos hijos cuando tenían dos y seis años. Martí Turégano, de 36 años, pasó cuatro meses en prisión preventiva por decisión del Juzgado de Instrucción 5 de Mollet del Vallès tras la denuncia que presentó su ex mujer, pero ahora la justicia le ha absuelto con todos los pronunciamientos favorables.

El caso llegó a archivarse, pero la madre recurrió con un informe de dos psicólogas al que ahora el tribunal no concede ninguna credibilidad. El abogado de la mujer solicitó en el juicio penas que sumaban 16 años de prisión y una indemnización de 75.000 años para cada menor. La fiscalía reclamó su absolución.

Según la madre, el hombre aprovechó los fines de semana en que los niños estaban con él, entre diciembre de 2006 y el 18 de marzo de 2007, para apretar y morder el pene a su hijo pequeño y obligarle a practicarle una felación. También sostenía que el hombre introdujo objetos en el ano este menor y que realizó tocamientos y masajes al pene del mayor.

El tribunal considera infundadas todas las acusaciones y afirma que los niños fueron inducidos por la madre "de forma persistente, e incluso cansina, a lo largo de todo el proceso". Los jueces aseguran que la mujer "reiteró a lo largo del tiempo los interrogatorios unidireccionales sobre sus hijos" y que las respuestas que les indujo "siempre estaban dirigidas a la atribución de los abusos sexuales". Pero la madre no sólo contaminó la versión de los niños, recuerdan los jueces, sino hasta la de los médicos que les atendieron y que diagnosticaron "posible abuso".

Sin embargo, el equipo del Hospital de Sant Joan de Déu descartó los abusos en la exploración física y psicológica y apreció "el riesgo de contaminación de los menores por parte de la madre". El hijo mayor declaró en el juicio que él no se acordaba de nada. El pequeño repitió de corrido las mismas frases contra su padre, pero no los jueces no les otorgan ninguna credibilidad.

La sentencia constata que la mujer sufre una "obsesión por reconducir cualquier suceso ordinario y anodino contra el procesado", del que dice que es un mal padre. También le atribuyó en el juicio una tendencia homosexual o bisexual y le acusó de fotografiarse con sus hijos desnudos y de "actividades de dudosa legalidad en Internet", dice el tribunal. Pero todo resultó falso.

"Ella todavía no ha asumido que me divorciara", explicó ayer Martí Turégano, que estuvo en tratamiento psicológico y psiquiátrico tras pasar cuatro meses de cárcel. "Ahora ya no tengo miedo de nada y estoy estudiando acciones legales, pero no por devolverle la pelota, sino por pararle los pies porque hay cosas con las que no se juega", añade.

El hombre lleva dos años sin ver a sus hijos porque el juzgado acordó una orden de alejamiento al iniciarse el proceso. La Audiencia de Barcelona ordena ahora que se cancelen todas las medidas. "Hemos de confiar en que ella no se invente nada más", reclama Turégano, que tiene un juicio pendiente por violencia doméstica y una petición de custodia de los hijos.