domingo, 15 de febrero de 2009

Puesta al descubierto una trama policila detectada en Mollet

La jueza de Martorell (Baix Llobregat) que investiga una organización criminal en la que están implicados miembros de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía no solo ha seguido la pista del robo de 400 kilos de cocaína de un contenedor del puerto de Barcelona en el 2005, sino también de la supuesta sustracción hace más de siete años de un alijo de pastillas de droga, un caso por el que ya están imputados y encarcelados varios agentes. Las nuevas informaciones con las que han trabajado los dos fiscales anticorrupción de Barcelona que han dirigido la investigación en el último año implicarían al grupo de funcionarios policiales en como mínimo otros cuatro robos de droga a traficantes. Las diligencias judiciales permanecen en secreto.
Este episodio de narcotráfico se remonta al 2001, cuando el puesto de la Guardia Civil en Mollet (Vallès Oriental) fue alertado de que una furgoneta transportaba droga y se organizó un dispositivo para detener a los traficantes. Según fuentes conocedoras de esta trama, los delincuentes, después apresados, tiraron por la ventana del vehículo una saca con pastillas. Ese mismo día se intentó encontrar la droga, pero no se localizó, por lo que se tuvo que suspender la búsqueda hasta el día siguiente, cuando, con la ayuda de perros, sí se encontró. Los investigadores sospechan que algunos agentes la escondieron para traficar con ella. Los imputados lo han negado.
La investigación sobre la red de narcos continuará el lunes con la declaración de más imputados de este complejo asunto en que se mezclan guardias civiles, policías, traficantes de droga y un periodista. La jueza acordó el viernes la prisión con fianza de 12.000 euros para el teniente coronel de la Guardia Civil Alfonso López Rubio y la cárcel eludible con el pago de una fianza de 3.000 euros para el exinspector jefe de la policía Carlos G. R. y un guardia civil. El capitán de la Guardia Civil en la reserva Julián S. P. estuvo destinado muchos años en el puerto barcelonés y quedó en libertad con cargos. Como dos abogados penalistas que permanecen imputados por varios delitos.

GRABACIONES Y 'E-MAILS'
La medida más dura fue para un periodista de la edición catalana de El Mundo. La jueza decretó prisión eludible con una fianza de 18.000 euros por los presuntos delitos de asociación ilícita, calumnias y estafa. Su declaración fue también la más larga, ya que durante su interrogatorio le pasaron conversaciones telefónicas intervenidas y le leyeron e-mails que hacían referencia a unas peticiones de dinero que presuntamente se realizaron a cambio de publicar ciertas informaciones periodísticas.
Los fiscales encargaron a los Mossos que investigaran al periodista después de que una mujer denunciara en la Guardia Civil que le había pagado grandes cantidades de dinero a cambio de publicar artículos que debían beneficiar a su familia en un asunto judicial en el que estaban implicados. Durante las investigaciones, el redactor fue sometido a una estrecha vigilancia policial y trabajó meses con los móviles y el correo electrónico intervenido.

Fuente: El periódico de Catalunya

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